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Peligra la apuesta de la china GWM por reindustrializar Nissan Barcelona

La apuesta del principal inversor que se había interesado por la fábrica de Nissan en Zona Franca (Barcelona), la china Great Wall Motors (GWM), está en peligro después de que el fabricante haya doblado sus perspectivas de negocio en Europa por lo que la planta catalana se le quedaría pequeña, según fuentes de la negociación consultadas por La Tribuna de Automoción.

Nissan Barcelona china GWM
Presentación de Great Wall Motors en el Salón de Múnich.

La apuesta del principal inversor que se había interesado por la fábrica de Nissan en Zona Franca (Barcelona), la china Great Wall Motors (GWM), está en peligro después de que el fabricante haya decidido redimensionar sus perspectivas de negocio en Europa por lo que la planta catalana se le quedaría pequeña, según fuentes de la negociación consultadas por La Tribuna de Automoción.

GWM, en principio, estaba de acuerdo en ensamblar entre 100.000 y 150.000 unidades en España, pero ha aumentado sus necesidades hasta las 300.000, por lo que, después de la auditoría que tuvo lugar, tras la visita efectuada por la dirección de la compañía a las instalaciones el 5 de noviembre, estarían solicitando un aumento de los incentivos por parte de la Administración Pública.

Esta petición se debe a que advierten de que deberían incrementar las inversiones previstas, ante el estado de los activos para actualizar la factoría, pero también por la mencionada capacidad productiva, aunque hay quien lo considera un excusa por parte del 18ª mayor fabricante del mundo.

Aunque desde la Comisión de Reindustrialización no dan por perdido al inversor y se van a buscar las fórmulas para desencallar la situación, entre la que se encuentra “la implicación al más alto nivel político para intermediar con el máximo cargo directivo” de GWM.

Complicaciones también por las condiciones laborales

Además, también habría complicaciones para cumplir el acuerdo al que llegaron los trabajadores y Nissan el 5 de agosto de 2020, en el que se estipulaba una garantía de empleo de tres años, así como el orden de entrada por edad.

Ante la posibilidad de que la negociación “pudiera no frutificar”, la parte social ha pedido ya al órgano encargado de buscar inversor –del que forma parte– que se activen las diferentes ofertas presentadas, lo que implicaría retomar el proyecto del Grupo Punch, o que el Hub de descarbonización, liderado por la empresa barcelonesa QEV Technologies se implante en Zona Franca y no solo en Sant Andreu de la Barca, nave a la que estaba destinada si cristalizaba el proyecto de GWM.

La próxima reunión de la mesa de reindustrialización se celebrará el 1 de diciembre y será clave para conocer si GWM sigue en la partida o desaparece definitivamente.

 

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