El Grupo VW ha retrasado la Ronda de Planificación para el periodo 2025-2030 del 12 de noviembre, fecha prevista inicialmente, al 9 de diciembre, lo que implica que hasta ese día no se anunciará definitivamente si España será la encargada de fabricar los 500.000 coches urbanos eléctricos anuales que prevé producir el consorcio alemán en 2025.
Según confirmó ayer el CEO, Herbert Diess, durante la conferencia en la que presentaba los resultados del tercer trimestre, esta modificación del Consejo de Vigilancia es consecuencia de la mayor presión competitiva, debida a la escasez de semiconductores y la dificultad que supone establecer qué productos se harán en cada fábrica y cuáles de ellos serán eléctricos, según recoge Reuters.
En este punto, Diess destacó que han «demostrado que podemos producir con márgenes elevados y que somos competitivos en el mercado del vehículo eléctrico», que ya «son rentables», aunque reconoció que aún queda trabajo por hacer. También en «el proyecto de conducción autónoma Artemis, liderado por Audi, que presenta una oportunidad única para que Wolfsburgo se vuelva competitiva ante Tesla y su fábrica en Grünheide (Berlín)».
«Esta planta es una referencia en cuanto a velocidad y lean management y tenemos que prepararnos para enfrentarnos a ello, incluyendo menos trabajadores. Llegamos al acuerdo con el Consejo de Supervisión de establecer una visión conjunta para 2030».
Prácticamente garantizada la adjudicación de los eléctricos del Grupo VW a España
Habitualmente, la Ronda de Planificación la suele realizar el Grupo VW entre finales de octubre o principios de noviembre, pero en esta ocasión ha considerado conveniente «contar con unas semanas adicionales para acordar una visión conjunta [con la Junta Directiva] sobre el camino a seguir de cara al futuro», afirmó Diess ante preguntas formuladas por Financial Times.
En esta ocasión este evento es clave para Martorell y Navarra, ya que el CEO de VW, Ralf Brandstätter, confirmó que en 2025 el consorcio alemán fabricará un modelo cero emisiones urbano para la marca de Wolfsburgo, para Cupra y Skoda, y que lo más probable es que se adjudique a nuestro país. Según afirmó el directivo en el Salón de Múnich: «Haremos nuestra familia de compactos eléctricos seguramente en España y también localizaremos la producción de baterías allí».
Ahora la duda principal, ya que la adjudicación se da por hecha, es en qué años se lanzarán esos modelos, qué marcas los comercializarán y si VW Navarra también los fabricará desde el principio o en una fase posterior.
Por su parte, el Gobierno español continúa a la espera de que Bruselas dé luz verde a la posibilidad de flexibilizar las subvenciones sin considerarlas ayudas de Estado para poder aprobar las bases del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del Vehículo Eléctrico y Conectado, que apoyará el proyecto del Grupo VW y al que optarán otros fabricantes.
Unos resultados golpeados por la falta de microprocesadores
Los resultados del tercer trimestre se vieron duramente golpeados por la escasez global de semiconductores, con una reducción de la producción del 35,1% en comparación con el mismo periodo de 2020, hasta 1,58 millones de unidades. Prácticamente todos los indicadores se vieron resentidos frente al ejercicio anterior: cifra de negocio (56.931 millones, un 4,1% menos); resultado operativo (2.595 millones, un 18,5% menos) y margen operativo (4,6%, 0,8 puntos porcentuales menos).
El resultado neto, sin embargo, se incrementó frente a 2020, hasta alcanzar los 2.903 millones (+5,6%), principalmente por una partida llamada “elementos que podrían contabilizarse como pérdidas o ganancias” por valor de 777 millones, relacionados con los cambios de divisas en el mercado.
En términos acumulados, la facturación del Grupo VW asciende a 186.599 millones (+20%), y su beneficio neto es de 11.357 millones, un 556% por encima del ejercicio anterior. Sin embargo, la escasez de chips ya ha teñido de rojo las cifras industriales, con 6.098.000 unidades producidas, un 0,1% menos.
En lo que respecta a sus marcas de volumen, solo la española Seat es la única que muestra números negativos en 2021, con pérdidas operativas de 159 millones —una mejora frente a los 290 millones en rojo de 2020—, aunque su facturación llegó a los 7.259 millones (+8,8%) y sus ventas, a los 384.000 vehículos (20,4%).
