El Gobierno ha vuelto a dar señales de que la automoción es estratégica anunciando, como hizo la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el 3 de marzo en el 28º Congreso de UGT-FICA, que será el primer sector en tener su Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), el instrumento con el que España va a canalizar la concesión de los fondos europeos de resiliencia. En este caso, se buscará la implantación de una cadena de valor integral dedicada al vehículo eléctrico.
Esta iniciativa será gobernada por un consorcio público-privado que va a crear el Ejecutivo «con Seat, VW e Iberdrola y abierto a otros socios», que, entre sus objetivos, está «montar la primera fábrica de baterías», según detalló la ministra de Industria, Reyes Maroto, que participó en el mismo evento un día después. En sus declaraciones, no hizo mención a la ubicación de la factoría, sino que se limitó a decir que fabricantes, como el español, «que ha anunciado un proceso de transformación de la planta de Martorell, hacia los VE», la tendrán «cerca».
No obstante, sus palabras fueron interpretadas como que el emplazamiento elegido es Cataluña, lo que provocó una sucesión de reacciones contrarias de otras autonomías que están en la puja —al menos se han presentado proyectos en ocho regiones—. En Aragón, su presidente, Javier Lambán, trasladó su «profunda decepción», porque su…
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