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El peso de los enchufables en las matriculaciones tácticas dobla el del mercado total, según MSI

La llegada a la UE de la normativa que obliga a los fabricantes a que el 95% de sus turismos y todoterrenos vendidos en 2020 alcance una media de 95 gramos de CO2 se hizo sentir, como se esperaba, en los datos de automatriculaciones de vehículos eléctricos, pero también de enchufables, como consecuencia de que todas las ventas que se sitúen por debajo de los 50 gramos contaban doble —este porcentaje se reduce en 2021 a 1,67% y en 2022 a 1,33%— a la hora de establecer el cálculo final. Alcanzar esa cota de 95 gramos era vital para los…

Concesionario del Grupo FCA en Sevilla

La llegada a la UE de la normativa que obliga a los fabricantes a que el 95% de sus turismos y todoterrenos vendidos en 2020 alcance una media de 95 gramos de CO2 se hizo sentir, como se esperaba, en los datos de automatriculaciones de vehículos eléctricos, pero también de enchufables, como consecuencia de que todas las ventas que se sitúen por debajo de los 50 gramos contaban doble —este porcentaje se reduce en 2021 a 1,67% y en 2022 a 1,33%— a la hora de establecer el cálculo final.

Alcanzar esa cota de 95 gramos era vital para los intereses de las marcas, ya que de ello dependía no pagar unas multas millonarias de 95 euros por cada gramo que se excedan multiplicado por el número de automóviles entregados en la UE. Es decir, para una marca que venda un millón de coches y que
sume un promedio de 96 gramos, tendría que abonar una sanción de 95 millones de euros.

Sin embargo, la normativa presentaba algunos supuestos que suavizaban el objetivo. Por ejemplo, se permitía a las automovilísticas contabilizar las emisiones de manera conjunta con otra marca —como es el caso de FCA y Tesla, lo que benefició a la italoamericana, puesto que la marca de Elon Musk solo comercializa eléctricos— y también beneficiaba a aquellas que vendieran automóviles más grandes, puesto que, en virtud del parámetro de utilidad, permite sumar un extra de 3,33 gramos por cada 100 kilos de más que pese la media de las unidades vendidas, en comparación con el promedio europeo, lo que perjudicaba a los coches más pequeños. Esto ha hecho que algunas compañías solo vendan versiones cero emisiones de sus modelos de menor tamaño.

El 23% de los enchufables, automatriculados

A pesar de estas prerrogativas, la mayoría de las marcas recurrieron a la vía de escape más fácil, pero también más lesiva para los concesionarios, según denuncian desde la patronal Faconauto: las automatriculaciones de vehículos que emiten por debajo de los 95 gramos de CO2. Esto supuso que el peso de los automóviles enchufables en las matriculaciones tácticas doblara el del mercado total, con un porcentaje de 9,33%, frente a un 4,71%, según los cálculos hechos por esta publicación, empleando los datos de la consultora especializada MSI. Mientras que las autoventas totales retrocedieron un


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