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El Grupo VW cancelará los planes de Seat para volver a China entre 2021 y 2022

El consorcio alemán comunicará oficialmente a comienzos de 2020 su decisión de paralizar el regreso de Seat a China entre 2021 y 2022 para comercializar exclusivamente coches eléctricos, fabricados localmente a través de la joint venture JAC Volkswagen, constituida en junio de 2017.

De izquierda a derecha, el presidente de JAC, An Jin; el presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess; y el presidente de Seat, Luca de Meo, tras la firma el 28 de noviembre de 2018 de un acuerdo en Madrid, en el Palacio de La Moncloa, en el que se concretaron más detalles del proyecto en China.

El Grupo Volkswagen ha decidido poner fin, por el momento, a los planes de Seat de regresar a China entre 2021 y 2022, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes conocedoras de la estrategia del consorcio alemán, que apuntan que la comunicación oficial podría llegar durante los primeros meses del año que viene.

Detrás de esta decisión está la situación actual del mercado chino y su evolución futura, de acuerdo con las mismas fuentes. En 2019, el gigante asiático registrará su segundo descenso consecutivo de ventas de coches —hasta noviembre, la caída acumulada era de un 9,1%, según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM)—, después de que en 2018 retrocedieran un 2,8% y se rompiera, así, una tendencia alcista de más de dos décadas.

Esta debilidad no terminará a corto plazo, puesto que China habría entrado en una fase de estancamiento. Fuentes del sector señalan que VW contempla para la próxima década un crecimiento medio anual del 2%, una cifra que contrasta con los incrementos a doble dígito del pasado.

Con este contexto, altos directivos del grupo ya habrían adelantado que “no es el momento de Seat de regresar al mercado chino”, sino que la prioridad sería la de reforzar la presencia del resto de marcas que ya venden, entre ellas Skoda que “está perdiendo dinero” en estos momentos y para la que se espera volver a la rentabilidad. No obstante, otras fuentes precisan que la entrada de la firma española se ha paralizado por la competencia que supondría para el resto.

Sea como fuere, fuentes sectoriales indican que una muestra de la retirada de Seat de China es que el personal que tenía allí desplegado trabajando en una joint venture con VW y el fabricante local JAC —denominada JAC Volkswagen—, ya tiene fecha de vuelta.

Fuentes de la automovilística española contactadas por este medio han informado de que “el Grupo VW está revisando su estrategia global, así como la de sus marcas”, un proceso en el que entran también las operaciones en China. “A día de hoy, algunas partes del plan se están redefiniendo. En esta línea, Seat está analizando aspectos vinculados a este proyecto”, matizan las mismas fuentes, que aplazan a un futuro para realizar los correspondientes anuncios.

El regreso del fabricante español a China para entre 2021 y 2022 se iba a hacer de la mano de JAC VW, a través, exclusivamente, de la comercialización de vehículos eléctricos, fabricados localmente en una planta del socio asiático en la ciudad de Hefei. Estos coches se producirían a partir de la variante para automóviles pequeños de la plataforma MEB del Grupo VW en la que está trabajando Seat.

Según adelantó este medio en la edición de la segunda quincena de julio de 2018, aparte de vender modelos exclusivos para China, la empresa española planificaba contar con una gama en la que estuvieran también vehículos comercializados en el resto de mercados, a los que se les harían adaptaciones.

De asesorar a liderar 

La joint venture se constituyó en junio de 2017 y desde los inicios Seat participó aportando conocimiento en temas de diseño e I+D, para lo cual llegó a trasladar personal a China. Sin embargo, la vinculación de la compañía española fue un paso más allá en julio de 2018, cuando se firmó un acuerdo en Berlín, con la presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro chino, Li Keqiang, en el que se concretaba que sería la marca líder del Grupo VW en el proyecto, pasando a ser un miembro más de la sociedad.

Una de las patas clave de la empresa conjunta es la construcción de un centro de I+D en Hefei, cuyas obras arrancaron en diciembre de 2018 con el objetivo de que se pueda inaugurar en 2021. Estas instalaciones se dedicarán al desarrollo de la electrificación —tanto de vehículos pequeños como de componentes—, la conectividad y la conducción autónoma, con el foco puesto en la creación de soluciones de movilidad.

Dos intentos fallidos

La historia de Seat en China no es nueva, sino que ya tiene dos capítulos en el pasado, que no fructificaron. El primero transcurrió a mediados de los 90 cuando la marca de Martorell envió al gigante asiático CKD del Córdoba —kits de piezas para poder montar en destino el vehículo completo—, que fueron ensamblados por la joint venture entre VW y FAW en unidades comercializadas con el nombre Golf.

Posteriormente, en 2012, la española comenzó a exportar a China desde la factoría catalana los modelos Ibiza y León, una aventura que concluyó en diciembre de 2013, debido a que los elevados aranceles que recibían los coches hacían inviable el éxito comercial.

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