El vicepresidente de Manufacturas y Logística de Opel y director del Clúster de Vehículos Sedán del Grupo PSA, Antonio Cobo, ha afirmado que las plantas de Luton y Ellesmere Port de Vauxhall en Reino Unido podrían parar hasta tres meses, en el peor de los escenarios ante un Brexit duro, que se podría concretar en los próximos 10 días.
No obstante, en declaraciones a La Tribuna de Automoción, tras una ponencia organizada por Asepa, Cobo ha señalado que esa situación extrema, que se produciría principalmente por falta de componentes provenientes del continente, está prácticamente descartada.
En el caso de las plantas de vehículos del resto de Europa no tendrían afectación a la hora de fabricar —aunque sí de exportar—, porque ya se han encontrado proveedores que podrían cubrir las piezas que vienen de Gran Bretaña, si se produjeran bloqueos en la aduana que impidieran las llegadas de estos componentes.
El Parlamento británico ha solicitado una prórroga para que el Brexit no se aplique el 31 de octubre y que Reino Unido se mantenga en el club comunitario hasta enero y así poder seguir negociando. Sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, pretende sacar adelante en la Cámara de los Comunes el pacto alcanzado con Bruselas o salir de forma abrupta.
El sector de la automoción es uno de los que más sufriría en el caso de que se produzca un Brexit duro. De hecho, el presidente de Nissan en Europa, Gianluca de Ficchy, señaló recientemente que, si se establecen aranceles del 10% entre ambos bloques, la división de la marca japonesa en el continente estaría en peligro.
