Pablo M. Ballesteros / Madrid
El director general de General Motors España y director de la planta de Opel en Figueruelas, Antonio Cobo, se ha mostrado preocupado por la huelga que ha convocado el Comité de Empresa de Lear Épila, que fabrica los asientos para el Corsa, entre el lunes 18 de julio y el viernes 29.
En la presentación de la memoria anual de Anfac, asociación de la que es presidente, ha declarado que en caso de que se lleve a cabo el paro, se detendría la producción de la fábrica de Opel. Posteriormente, Cobo ha explicado a La Tribuna de Automoción que Lear fábrica los asientos de forma secuencial –más al minuto que el just in time–.
Así, en Épila se fabrican estos componentes con dos horas de adelanto sobre la producción del vehículo. En la línea de montaje de Opel en Figueruelas se hace el pedido 120 minutos antes de que el asiento sea necesario y, en ese momento, se comienzan a fabricar, por lo que no hay stock y la huelga supondría tener que cesar la producción de Corsa en el mismo momento.
No obstante, Cobo ha señalado que confía en la reunión que va a tener lugar hoy en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) en la que espera que se reconduzca la situación.
El responsable de GM España ha recordado que las adjudicaciones –en el caso de los asientos para el Corsa 2018, la adjudicataria ha sido Johnson Controls– las toma la matriz bajo tres criterios como son la calidad, el servicio y los costes, y que, aunque Figueruelas está intentando ayudar, hay que adaptarse a las normas del mundo global.
Incertidumbre para 2018
El Comité de Empresa de Lear Corporation Asientos S.A. ha defendido la huelga porque considera que ha agotado todas las vías de diálogo con la compañía y ve peligrar el futuro de los 350 puestos de trabajo de la fábrica, más allá de 2018, que es cuando dejarían de producir asientos para el Opel Corsa.