Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
El nuevo presidente del Comité de Empresa de Suzuki en Gijón, Abel Fonseca de CC.OO, ha calificado como una “falta de respeto a todos los trabajadores de la fábrica” la decisión del Grupo Sindical Independiente (GSI) de denunciar el ERE de extinción firmado por la dirección de la marca y el Comité el 13 de febrero.
El ERE de extinción se aprobó con los seis votos conjuntos de UGT y CC.OO. y con el voto en contra de los tres representantes de GSI que consideran que el acuerdo perjudica “gravemente” a una parte de los trabajadores, en concreto a los que llevan más de 12 años y medio en la planta asturiana y especialmente a los que tienen entre 50 y 54 años.
Según Fonseca, tanto su sindicato como UGT trataron de llegar a un acuerdo con el Grupo Sindical Independiente que satisficiera a todos pero “fue imposible” a pesar de las muchas ofertas que se le presentó. La decisión de denunciarlo, de confirmarse, se producirá “después de todos los esfuerzos realizados”, se lamenta el representante de CC.OO.
Por su parte, fuentes de UGT en el Comité acusaron a GSI de no respetar las mayorías y de tener una actitud “de crios”.
El ERE de extinción fue aprobado después de que los trabajadores en Asamblea diesen su visto bueno por 95 votos a favor frente a 73 en contra a una propuesta de indemnizaciones de CC.OO. y UGT, que consistía en 40 días por año trabajado con un máximo de 37 mensualidades y 12.500 euros lineales.
20 días por año, según la ley
Ahora, ambos sindicatos temen que, de tumbarse el ERE, las indemnizaciones por despido se les queden en 20 días por año con un máximo de 12 mensualidades tal y como establece la ley. Con todo, Fonseca se ha mostrado tranquilo porque no cree que prospere una denuncia que va en contra de lo que ha expresado la mayoría de los trabajadores.
Con la plantilla dividida, en una reciente reunión, el Comité destituyó a su presidenta, María Jesús Calvo, de GSI y nombró a Abel Fonseca, de CC.OO. con el apoyo de su sindicato y con el de UGT, que forman mayoría absoluta en el órgano de representación de los trabajadores.
Ambos sindicatos también quisieron dejar constancia de que, “desde que se firmó el ERE”, todos sus esfuerzos se han destinado a la búsqueda de un nuevo inversor para garantizar el trabajo en la fábrica asturiana.
