BMW ha presentado el i4, un vehículo que marca el hito de ser la primera berlina 100% eléctrica de la firma bávara. Un coche cero emisiones pero que mantiene el placer de conducir del que siempre presume la marca, con un tacto muy deportivo y un elevado confort, todo concentrado sobre una carrocería cupé de cinco puertas con un diseño agresivo y elegante que se confirma como la versión limpia de la atractiva Serie 4 Coupé.
El modelo, que llegará al mercado español a lo largo del próximo otoño y se podrá adquirir desde 59.900 euros, irrumpe además mostrando unos estándares de calidad muy elevados y con una dotación tecnológica impresionante. Equipa la última generación del sistema iDrive y un sinfín de asistentes de seguridad y ayudas electrónicas que hacen posible una conducción semiautónoma.
Su parecido con el Serie 4 Gran Coupé es importante, pero en el interior hay diferencias muy notables, que residen sobre todo en las pantallas que integran el cuadro de instrumentos y el salpicadero, que ahora forman una misma unidad.
Dos versiones a elegir
El i4 estará disponible con dos especificaciones desde el momento de su lanzamiento. La primera es la i4 eDrive40, dotada con un motor de 340 CV situado en el eje posterior, siendo por lo tanto tracción trasera, tal como ocurre en el iX3.
La segunda alternativa es la i4 M50, que presume de ser el primer modelo M de BMW con tecnología 100% eléctrica. En su caso, cuenta con dos motores, uno en cada eje, lo que le asegura propulsión a las cuatro ruedas y una potencia de 544 CV para brindar unas prestaciones muy completas y una conducción muy deportiva, gracias también al chasis afinado y puesto a punto por los ingenieros de la división deportiva de los teutones. Las posibilidades prestacionales en ambas son muy elevadas y prueba de ello es que aceleran de cero a 100 km/h en 5,7 y 3,9 segundos, respectivamente
Estas variantes tan sport del BMW i4 comparten una batería de 80,7 kWh: la eDrive40, con un consumo de 20-16 kWh/100 km, logra una autonomía homologada en ciclo WLTP de 590 km; por su parte, en la M50, con un gasto energético de 24-19 kWh/100 km, llega a un rango de 510 km. En las dos opciones, el acumulador puede cargarse en puntos de hasta 210 kW, lo que permite reponer del 10% al 80% de su capacidad en 31 minutos. En casa, con un Wallbox de hasta 11 kW, es posible alcanzar el 100% en unas ocho horas y media.
Para facilitar el uso diario de estos vehículos, el fabricante germano incluye la tarjeta BMW Charging, que permite acceder a los puntos públicos de recarga asociados a la red propia de la marca, tanto de corriente alterna como de continua y estaciones rápidas de muy alta potencia en toda Europa, siempre con unos precios asequibles y con la posibilidad de optar entre las diferentes ofertas disponibles.
