El consejero delegado de Volvo Car España, José María Galofré, ha señalado que “entiende perfectamente” que Faconauto, con su presidente a la cabeza, Gerardo Pérez, esté reclamando una serie de cambios para, en opinión de la federación de asociaciones de concesionarios, “avanzar hacia la seguridad jurídica y construir unas relaciones comerciales justas con los fabricantes”.
En una entrevista de la sección Mesa y Mantel de este periódico, el directivo comentó que de los puntos que reclama la patronal de las redes, y que se incluyeron en la polémica enmienda que se aprobó a comienzos de 2011 dentro de la Ley de Economía Sostenible –se anuló con el compromiso de elaborar una normativa de distribución–, “la mitad ya lo tenía regulado Volvo con sus distribuidores”. Aunque se muestra comprensivo acerca de las mencionadas reivindicaciones, lo que sí dejó muy claro es que la manera de abordar este debate no es entre las organizaciones sectoriales, sino que hay que “hacerlo a nivel individual” entre cada empresa y sus vendedores. “Me cuesta creer que a través de una asociación se consiga algo positivo para todos. Al final, siempre hay marcas que quieren dar más y otras, menos, y entonces, es muy difícil ir a un escenario general”, sentenció.
Sea como fuere, y ante la pretensión de Faconauto de “encontrar soluciones no más tarde del primer semestre de 2021”, Galofré se muestra muy tranquilo, toda vez que subraya: “Nosotros tratamos a las concesiones como socios y nos valoran muy bien. Hay que demostrar esa relación estrecha con los actos, los acuerdos y las condiciones comerciales que se fijan”.
La buena sintonía de Volvo con su red, compuesta por 100 puntos de venta y talleres (gestionados a través de 49 contratos concesionales) se demuestra, por ejemplo, con los resultados económicos. En 2020, las concesiones finalizaron con una rentabilidad del 2,5%, la mejor desde 2004 (3,2%), a pesar de que el mercado de automóviles retrocedió un 32%. “Nuestros concesionarios están siempre moviéndose en los años buenos, y este lo ha sido para nuestra marca, por encima del 2%. Normalmente, el beneficio suele ser medio punto más que la media nacional. Hemos alcanzado esta cifra positiva, porque la crisis nos ha hecho ser muy inteligentes en la gestión de nuestro negocio. Además, nuestra caída de volumen ha sido muy pequeña (-13,8%) y la facturación solo ha retrocedido un 12%”, expuso.
Cambios en el modelo de distribución
El CEO de la filial española de Volvo lanzó un mensaje de tranquilidad a sus concesionarios en relación a la evolución que vaya a experimentar el sistema de comercialización de la marca en los próximos años, con la implantación de las nuevas formas de movilidad y la digitalización, un elemento este último en el que el fabricante tiene un objetivo de registrar un 50% de sus ventas por en canal online en 2025. De este modo, detalló que, tal y como garantizó a la red el pasado diciembre el presidente mundial de la firma sueca, Håkan Samuelsson, cualquier modificación de la operativa del negocio se hará “con transparencia y honestidad y contando con las concesiones”, las cuales serán totalmente imprescindibles en el futuro.
Tanto es así, que, a pesar “de no tener definido todavía el nuevo modelo de comercialización”, Volvo ya ha garantizado a los distribuidores que “seguirán siendo igual de rentables que en la actualidad”. “Eso quiere decir que si mañana el mix de venta online es del 50% o el 33% o el 44%, Volvo va a trabajar para que la ecuación de pago te dé el mismo margen de beneficio”, puntualizó, añadiendo que aún no se ha determinado si se pasará a funcionar con un contrato de agencia, como estudian algunas marcas premium.
Crecimiento de cuota
En relación a la posición de su empresa en el mercado español, en el que registró en 2020 una penetración de un 1,68% (0,37 puntos más), anunció que el objetivo es seguir ganando peso y alcanzar, como en estos momentos registra de media en la UE su firma, un 2,2% en 2025. “Si seguimos las series temporales de los últimos cinco años, lo cumpliremos. El renting va a crecer y somos buenos en ello; el mercado digital va a ser una demanda en la que va a haber que estar y estamos apostando. Asimismo, la visión comercial va hacia los enchufables, eléctricos y SUV, y hemos apostado antes que nadie por ellos”, aseveró.
En ese meta, el primer escalón será este 2021, cuando el constructor espera llegar al 1,76% en un contexto general de matriculaciones de 950.000 unidades, “un volumen para un escenario sin Renove y con el impacto de la subida de la presión fiscal en el Impuesto de Matriculación. Sin esos factores, habíamos proyectado en un inicio 1.050.000 ventas. De todos modos, el desenlace dependerá de los confinamientos que haya y de la evolución de la vacunación”, declaró.
Medidas sectoriales
Sobre el papel que están jugando las administraciones españolas en el impulso de la transición energética y la descarbonización, se mostró crítico señalando que “el sector necesita que los legisladores ayuden y no solo obliguen” y que la clave en estos momentos tiene que ser “apoyar la renovación del parque”. “No tiene sentido lo que pasa ahora de intentar reducir emisiones sin atajar el problema de antigüedad. Es surrealista. Si cada año voy metiendo un 7-8% de coches enchufables, por debajo de los 50 g, pero mantengo los 13 años de media, seguirá habiendo muchos vehículos de 14, 15 o 16 años”, planteó.
En este sentido, defendió que se vuelva a aprobar un Renove “para los térmicos, por debajo de los 120 gramos”, y que se implemente la reforma de la fiscalidad en el corto plazo, como palancas para atacar el problema de la contaminación. “Nos tienen que ayudar. Si no, no es un Gobierno. El Gobierno o forma parte de la sociedad o no es Gobierno. Y a ver si de una vez les metemos en la cabeza que no somos variables distintas de la ecuación: somos la misma”, remachó.
Aparte de estas medidas, Galofré apuesta por la supresión del IVA a los eléctricos y seguir reforzando las ayudas a la compra de vehículos de energías alternativas a través del Moves, del cual señala que no debería tener límite presupuestario, sino que el nivel de apoyo debería estar en la cantidad que haga falta para conseguir el rejuvenecimiento del parque y que las emisiones globales estén por debajo de los 95 gramos.
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