La vicepresidenta ejecutiva de la asociación de concesionarios canaria (Aconauto), Yara de León, afirma que, “a efectos prácticos, Canarias es como un país independiente”, refiriéndose a su particular situación aduanera, que les protege de los modelos de distribución directa que quieren impulsar las marcas, siendo algunos ejemplos el Grupo Volkswagen, BMW o PSA. “Esa amenaza es menos latente aquí que en la península”, declara.
Para hacer llegar el inventario de vehículos a las islas, es necesario importarlos y esto, en su región, suele recaer en sociedades que se enmarcan dentro de los grupos de distribución insulares. “El conocimiento [por parte de dichos grupos] del mercado local es interesante para los fabricantes, porque contamos con un régimen fiscal distinto y necesitamos políticas comerciales a nuestra medida”.
Durante una entrevista con La Tribuna de Automoción, De León hizo patente que, a pesar de su corta andadura —Aconauto fue fundada en noviembre de 2019—, su asociación no ha perdido el tiempo, pues ya ha jugado un papel instrumental en el diseño de la Ley de Cambio Climático y un plan de incentivos autonómico que rejuvenezca su parque móvil, que tiene 13 años de edad media.
Respecto al primer proyecto, su influencia fue tal que consiguieron retrasar las pretensiones de su Ejecutivo, ya que este había fijado, en el primer borrador de la normativa, cinco años como plazo inicial para hacer que las flotas de rent a car fueran cero emisiones. Gracias a Aconauto, el margen de maniobra se triplicó y ahora constan 15 años. Sin embargo, De León, que señala que en el texto no se incluye ningún impuesto a las emisiones de CO2 —como existe en Cataluña y pretende aprobar la Comunidad Valenciana—,estima que este verá la luz en la siguiente legislatura.
En cuanto al programa de ayudas, su objetivo “es que se parezca al vasco”, en el que no haya discriminación tecnológica y que pueda complementarse con las iniciativas estatales. “Creo que los vehículos térmicos deberían achatarrarse, pero no debería ser una condición sine qua non para los eléctricos, pues se compran precisamente gracias a estos incentivos. Por otra parte, sería muy positivo para las concesiones que se incluyese al VO joven en ellos”, concluye.
El efecto del coronavirus ha sido especialmente duro para Canarias, pues las limitaciones de movilidad, tanto nacionales como extranjeras, han hecho que uno de los clientes más estables para los distribuidores, las empresas de alquiler, renuncien a comprar flota, que supone el 30% de las ventas de las redes. “Un tercio de la actividad se ha perdido, pero las estructuras de los vendedores siguen siendo igual de pesadas y no pueden atender a una demanda que ya no existe”, recuerda.
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