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Opel Mokka, ahora sobre la plataforma CMP de PSA

La marca del rayo introduce la nueva generación del SUV compacto Mokka, que contará con una versión 100% eléctrica y llegará al mercado en 2021.

Opel Mokka y Mokka-e 2020.

Opel se despide de la plataforma de General Motors con la reedición del Mokka, que sienta su chasis sobre la arquitectura modular CMP del Grupo PSA. Con la nueva generación del SUV compacto, que llega a los mercados a principios de 2021, la marca del rayo pone de manifiesto la dirección hacia la que va a enfocar sus vehículos de cara al futuro, tanto en términos de diseño como de tecnología.

Tras la adquisición de Opel por parte del consorcio francés en 2017, el fabricante lanzó un concept car eléctrico, llamado GT, en el que su jefe de Diseño, Mark Adams, quiso recalcar elementos característicos del emblema alemán. En la presentación del nuevo Mokka, el consejero delegado, Michael Lohscheller, afirmó haberle propuesto a Adams usar el GT como base de la nueva generación.

Y así fue. Con líneas claramente evocativas del prototipo, el nuevo vehículo del segmento B tendrá la opción de equipar tres motores térmicos, con potencias que varían de los 100 a los 130 CV —en los más potentes se podrá optar por la transmisión automática EAT8 de PSA—. Sus consumos, según el ciclo NEDC, se encuentran en la horquilla de entre 3,8 y 4,8 litros por cada 100 km; mientras que las emisiones, según el mismo análisis, se cifran entre 100 y 111 gramos de CO2 por km.

Una de las principales novedades del Mokka —como el Corsa con el que comparte la arquitectura modular— es la introducción de una propulsión 100% eléctrica, con un motor de 100 kW (136 CV) y 260 Nm de par, que le permite alcanzar una autonomía de 322 km, según el sistema de medición WLTP. Las células de almacenamiento suman 50 kWh de capacidad y alcanzan el 80% de su carga en 30 minutos si se emplea un punto de corriente continua de 100 kW.

El diseño exterior, en comparación con el previo Mokka, es 61 mm más corto en la parte delantera, 66 mm menor en la trasera y 10 mm más ancho, logrando unas proporciones más compactas. Además, Opel permite equipar llantas de 18 pulgadas.

Respecto al interior, desaparecen todos los indicadores analógicos, creando una curva detrás del volante que enmarca dos pantallas y les otorga una sensación panorámica. El fabricante ha querido introducir sus últimos avances en la asistencia al conductor, con un sistema inteligente de Start&Stop, que permite seguir al vehículo anterior en situaciones de atasco. En términos de confort, los asientos con masaje son opcionales.

Los precios mencionados en la presentación se corresponden al mercado alemán, y la versión básica, con el motor gasolina 1.2 de 100 CV parte de los 19.990 euros; mientras que el Mokka-e comenzará por 32.990 antes de aplicar bonificaciones y descuentos.

Lohscheller, en la presentación, afirmó que el Mokka-e era una parte fundamental de la estrategia de electrificación de Opel —“una de las dos marcas alemanas que cerraron el primer semestre de 2020 con beneficios” (110 millones de euros en su caso)—, que contará con nueve turismos y tres vehículos comerciales cero emisiones en 2021.

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