El CEO de Nissan, Makoto Uchida, ha anunciado que la multinacional japonesa “tiene la intención de cerrar la fábrica de Barcelona“, mientras que, en Europa, mantendría la producción de modelos esenciales en la planta de Sunderland (Reino Unido), en relación a la región de Europa Occidental.
Según ha podido saber La Tribuna de Automoción, el fin de la actividad se podría ejecutar, si nada cambia, en diciembre de este mismo año. Así se lo ha hecho saber el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, a los trabajadores en una reunión que se ha celebrado de manera paralela a la rueda de prensa en la que Uchida, detallaba los resultados del año fiscal 2019 y el plan Nissan Next 2020-2023.
El anuncio del máximo responsable de Nissan a nivel mundial matiza ligeramente la intención inicial de la compañía, adelantada anoche por la Cadena Ser y El País, de desmantelar la fábrica puesto que se ha limitado a mostrar la “intención” de cerrar el centro español –incluiría también la desaparición de Montcada y San Andreu de la Barca–, pero no ha sido categórico, como sí se ha mostrado, por ejemplo, con la fábrica de Indonesia.
Este pequeño giro queda por saber si se concretará en una vía abierta hacia una posible salvación, tal vez por las presiones y propuestas que ha recibido del Ministerio de Industria o a la espera de conocer cómo se articula la salida del Reino Unido de la Unión Europea o si definitivamente la historia casi centenaria de la factoría de Zona Franca toca a su fin, como había anunciado inicialmente la compañía a las administraciones españolas.
Preguntado por la fábrica catalana, Makoto Uchida ha señalado que aún no tienen detalles porque ha sido una decisión que se ha tomado hoy y todavía tienen que dialogar con los empleados y con el Gobierno local, unas declaraciones que no serían del todo precisas, puesto que ya ha habido comunicación con las dos partes al respecto.
La adjudicación de un modelo “no resolvería” el problema
No obstante, en una rueda de prensa posterior, el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy aclaró que a pesar de las ayudas ofrecidas por las administraciones españolas —100 millones de euros— “no han encontrado soluciones alternativas” al cierre.
De hecho, De Ficchy afirmó que, ante la baja demanda de los pick-up, “la adjudicación de un nuevo modelo tampoco resolvería que la actividad de Nissan Barcelona fuese rentable“.
El anuncio, que se podría concretar en las próximas semanas ya que el CEO de Nissan ha señalado que van a comenzar “el debate y las preparaciones”, se enmarca en un giro que quiere dar la marca japonesa hasta 2023, para reducir su capacidad productiva de los actuales 7,2 millones de coches a 5,4 millones en condiciones normales, y que se pudiera aumentar hasta los seis millones a máximo rendimiento.
El cierre de Barcelona supondría perder alrededor de 3.000 empleos directos en Cataluña, lo que implicaría aproximadamente otros 12.000 indirectos. Según la empresa, en Zona Franca trabajan 2.462 personas (incluidas las 260 del centro tecnológico NTCE), en Sant Andreu de la Barca, 223 y 161, en Montcada.
A estas instalaciones hay que sumar 117 de recambios y 81, del NDS, también conocido como el puerto, donde los operarios gestionan los vehículos del sur de Europea para la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Aunque estas dos últimas posiciones no se tendrían que ver afectadas totalmente.
El regreso de Frank Torres
De las negociaciones con los sindicatos se encargará un viejo conocido en nuestro país: Frank Torres, que actualmente es vicepresidente ejecutivo de Nissan para Rusia, aunque continuará siendo el responsable del mercado caucásico. “En paralelo, mientras dure el proceso, también asumirá la responsabilidad de todas las operaciones industriales de Nissan en España», tras la salida de Genis Alonso, por motivos personales.
Nissan Barcelona ha ido perdiendo modelos en los últimos años —Pulsar, Evalia y NV200— para quedarse únicamente con los pick-up Nissan NP300 Navara, Renault Alaskan y Mercedes Clase X y la furgoneta eléctrica e-NV200.
Precisamente, el hecho de que Mercedes anunciara que dejaba de estar interesada en ensamblar este vehículo, aunque tenía contrato de producción hasta 2026, ha sido el detonante principal para que la compañía tomara, en principio, esta medida.
Pandemia y huelga
La pandemia de Covid-19 tampoco ayudó. Después de que se parasen las dos líneas de producción de Zona Franca el 13 de marzo, la dirección informó a los trabajadores que el 4 de mayo solo volvería la cadena de los pick-up, en teoría, para satisfacer los pedidos de Mercedes, que se iba a desvincular del proyecto a finales de este mismo mes.
Esta medida desató las alarmas entre los trabajadores que entendían que se trataba de un camino a un cierre sin retorno, por lo que convocaron una huelga indefinida para todos los centros de Nissan en Barcelona, que después se concretó en parar solo Montcada, donde se estampan piezas de chapa, lo que obligó a detener la producción en Zona Franca el 6 de mayo.
Noticia actualizada tras la rueda de prensa de Gianluca de Ficchy y Frank Torres.
