La Comisión Europea está considerando promover una exención del IVA para los vehículos eléctricos, así como un programa de ayudas a la compra de vehículos “limpios” por unos 20.000 millones de euros, en el marco del plan de recuperación que Ursula von der Leyen presentará el próximo 27 de mayo para afrontar la crisis del coronavirus.
De acuerdo con el borrador del documento, adelantado por Bloomberg, la línea de apoyo al sector de automoción se centraría en varios pilares: favorecer la demanda de los vehículos menos contaminantes, las inversiones para la transformación digital, el desarrollo de la red de carga y la formación para los trabajadores de la industria.
Una de las medidas más destacadas que está en consideración es eliminar el IVA de los coches cero emisiones. En el ámbito legal, esto vendría acompañado de la propuesta de acelerar la normativa de baterías y de la red de carga, así como revisar la relacionada con los combustibles alternativos.
Bruselas también aspira a poner en marcha un fondo de ayudas de 20.000 millones de euros para los dos próximos años destinado a la adquisición de vehículos “limpios”, es decir, aquellos que “reducen las emisiones de CO2 y los contaminantes, en la línea de los estándares europeos”. Por el momento, el texto de trabajo no hace una mención explícita a si los coches de diésel y gasolina estarían incluidos en este programa.
Asimismo, se activaría un fondo de inversión para la nueva movilidad, cuya cuantía estaría cifrada entre los 40.000 y los 60.000 millones de euros, para fomentar el desarrollo de los propulsores utilizados por los VE.
Para la red de carga, se aspira a “doblar la inversión” en este tipo de infraestructura, con el fin de alcanzar los dos millones de puntos de carga públicos, así como estaciones de carga de combustibles alternativos, en el año 2025.
Recuperación verde
A la hora de plantear sus planes para el respaldo del sector, la Comisión destaca la necesidad de presentar una vía de recuperación equilibrada, teniendo en cuenta dos aspectos: el peso que tiene en la economía de la región —unas 300.000 empresas europeas están involucradas en toda la cadena de valor del automóvil— y la urgencia de recortar las emisiones del transporte por carretera.
Por ello, la propuesta es “presentar incentivos que puedan ayudar al sector a producir y vender vehículos limpios, así como a tecnologías que abran el camino a la movilidad cero emisiones“.
Este es un enfoque similar al que planteará Francia, de acuerdo con el ministro de Economía y Fianzas de este país, Bruno Le Maire, quien avanzó que, a principios de junio, presentará un plan de apoyo a la automoción que se enfocaría en avivar la demanda de los coches menos contaminantes.
