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Ulbrich (Grupo VW): «A la hora de seleccionar un proveedor vamos a tener en cuenta el balance de CO2»

El fabricante alemán ha empezado a tener en cuenta las emisiones de CO2 para elegir a sus proveedores. Además, el responsable de vehículo eléctrico de VW destacó que para alcanzar los objetivos de 95 gramos en 2020 en Europa tendrán que vender 150.000 coches eléctricos.

Thomas Ulbrich, responsable de Movilidad Eléctrica de VW.
Thomas Ulbrich, responsable de Movilidad Eléctrica de VW.

El Grupo VW está haciendo un esfuerzo titánico para ser neutros en emisiones de CO2 en 2050, lo que incluye la producción —aunque en el proceso de pintado es complicado no utilizar gas para alcanzar la temperatura óptima de secado— y el uso de los vehículos. Sin embargo, esta exigencia la están empezando a trasladar también a los suministradores de componentes, según reconoce el responsable de movilidad eléctrica del VW y de la plataforma MEB (creada para los vehículos eléctricos del Grupo alemán), Thomas Ulbrich.

En este sentido, en una mesa redonda celebrada durante el inicio de producción del VW ID.3, el directivo adelantó que «en el proceso de seleccionar los proveedores estos tienen que mostrar cuál es su balance de CO2 durante la producción y es un criterio para elegirlos».

De hecho, Ulbrich fue categórico y afirmó que el compromiso del consorcio para la descarbonización es firme y para conseguirlo «la cadena de suministro es importante». De hecho, lanzó un mensaje a navegantes y aseveró que «si no contribuyen en este esfuerzo no habrá oportunidades para cooperaciones futuras», lo que incluye, claro está, fabricación de baterías.

Precisamente, en relación a ese elemento clave para el vehículo eléctrico, el responsable de movilidad eléctrica de VW tiene claro que para vehículos del tamaño del ID.3 la batería que ofrece de 77 kWh —también se comercializará con acumuladores de 45 y de 58— es suficiente, y sí que se podría plantear otras con más prestaciones para automóviles más grandes, como ocurre con la del Audi e-tron.

Eso significaría que VW no va a trabajar en aumentar la densidad de sus pilas, aunque sí lo hará en abaratar su coste. Así, pese a que los algo menos de 30.000 euros —sin ayudas— a los que se venderá, a partir de verano, el ID.3 supone un «precio comparable al de un VW diésel, aunque depende el mercado», no será hasta 2023 o 2024 cuando estará por debajo de los 20.000 euros. Este dato no supone nada nuevo ya que el Grupo VW encargó a Seat que fabricará un coche a este precio para dentro de cuatro años.

El coste de adquisición y el desarrollo de la infraestructura de recarga son dos de los ingredientes necesarios para que el eléctrico se implante en la sociedad, y por ello, Ulbrich celebró el anuncio hecho por la canciller alemana, Angela Merkel, de que en el país germano habrá un millón de puntos de carga en 2030.

Mucho antes, para 2020, el Grupo VW deberá vender 150.000 coches eléctricos en Europa —de ellos, 100.000 utilizarán la nueva plataforma MEB— para poder alcanzar el objetivo de 95 gramos de CO2 el próximo año.

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