La presidenta de la Asociación española de Proveedores de Automoción (Sernauto), María Helena Antolin, ha señalado que “2020 se vislumbra desafiante por la incertidumbre de la desaceleración de los principales mercados” y ha advertido del “preocupante cambio de tendencia” que se está instalando en la industria de automoción, sobre todo, si se compara con la situación de los últimos años, que deja tras de sí “unos crecimientos sostenibles del 7% interanuales”.
Antolin, que ha abierto con su discurso el V Encuentro anual de la patronal de los componentes, ha destacado como elementos de distorsión de la actividad “las tensiones comerciales internacionales, los cambios normativos y sociales y la digitalización“, que “están poniendo a prueba nuestras estrategias, procesos y productos”. No obstante, enfatizó que todo este contexto no les “pilla por sorpresa”, aunque sí reconoció que “la velocidad de los cambios y la vorágine impresiona y motiva”.
Tras recordar que los proveedores en España cerraron en 2018 un ejercicio récord, con una facturación de 37.170 millones de euros, un impacto en el empleo de 372.800 puestos y unas inversiones en I+D+i de 1.545 millones (un 4,2% de la cifra de negocio, lo que representa el triple que la media de la industria en nuestro país), declaró que para 2019 prevén un escenario de estabilidad, lo que no es para nada despreciable.
La presidenta, que ha mostrado su intención de continuar hasta el máximo de seis años en el cargo (sería revalidada el próximo 13 de diciembre por la nueva Junta Directiva elegida hoy en Asamblea General), ha remarcado que con el futuro incierto que se presenta hay una “necesidad imperiosa de recibir el apoyo de las administraciones”; en este sentido, ha comentado que la asociación, “a pesar de que el Gobierno esté en funciones”, no ha dejado de transmitir sus peticiones, especialmente que se ponga en marcha “una estrategia país” y que entre en funcionamiento el Consejo Estratégico de Automoción.
La estabilidad necesaria
A la directiva de Sernauto le ha seguido la intervención del secretario general de Industria, Raül Blanco, que, acto seguido de reivindicar “el ejemplo en innovación de los proveedores”, ha admitido que para abordar los retos a los que se enfrenta la automoción es imprescindible que haya estabilidad política, que se traduzca en cuatro años de legislatura con sus correspondientes presupuestos. Así, “con consenso, no solo podremos convocar el Consejo Estratégico de Automoción, sino planes de actuación concretos”, sentenció.
Entre las medidas que acometerían, apuntó la de impulsar la renovación del parque, que, a su juicio, “es lo más directo para reducir las emisiones, mejorar la seguridad e introducir las nuevas tecnologías” de propulsión. Además, subrayó que actualmente ya están trabajando para mantener el mercado único europeo, para que “no haya dispersión de normativas”, ni en el ámbito estatal ni en el autonómico y local, con el fin de “evitar que la complejidad (del entorno) se traslade a la legislación”. “No es bueno para el mercado ni para la industria”, puntualizó.
El responsable de Industria explicó, asimismo, que, fruto de la situación de interinidad, no están pudiendo “entrar en debates complejos” que requiere el momento, entre ellos los que tocan “los cambios del modelo de negocio”. “Uno de los más importantes es analizar quién va a tener la propiedad de los datos” generados por la nueva movilidad y el coche conectado, expuso.
