Uno de los mayores retos de la industria de la automoción en cuanto al avance tecnológico de los vehículos lo encontramos a la hora de hablar de coches conectados. Para avanzar en este sentido, dándole además un enfoque de mejoras en la seguridad de los ocupantes, Seat se ha aliado con Telefónica y la Dirección General de Tráfico (DGT) para desarrollar un sistema para que un automóvil reciba e interprete datos a través de la red actual y pueda avisar al conductor de los posibles peligros que existan en la carretera con el tiempo necesario para que este pueda reaccionar.
La operadora de telefonía ha sido la encargada de plantear el funcionamiento de este proyecto a través de su departamento de IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés), especializado en conectar digitalmente objetos entre sí, en este caso, un Seat Ateca FR facilitado por la marca española, con los drones con cámara que la empresa Aeorum ha puesto su disposición. Finalmente, el fabricante de componentes Ficosa ha sido el encargado de instalar en el vehículo la tecnología precisa para que dicha conexión sea efectiva.
Según se ha informado a los medios en la primera prueba del prototipo en la localidad madrileña de Robledillo de la Jara, el sistema está conectado a la red gracias a una unidad TCU (Telematic Control Unit) mediante una tecnología llamada C-V2X (Cellular Vehicle to Everything), lo cual hace posible la creación de esa comunicación entre la red interna del coche y su entorno más próximo.
De esta forma, sería posible, por ejemplo, detectar de forma anticipada a un ciclista circulando más adelante en una carretera con poca visibilidad, o un vehículo parado obstruyendo la calzada (los dos casos para los que se ha entrenado a este software, por el momento), para que, de forma instantánea, se envíe la información a través de la red de Telefónica a la plataforma DGT 3.0, y esta la procese, haciendo llegar la alerta a la consola del conductor para que avise de dichos peligros, ayudando así a aumentar la seguridad en la vía.
La realización de todo este proyecto habría llevado, según se informa desde Telefónica, cerca de seis meses, los cuales se han utilizado para poner en común y unir las tecnologías desarrolladas por cada una de las compañías. Una vez el sistema ya está en marcha, este podría aplicarse a cualquier situación en carretera, siempre y cuando se enseñe al software a interpretar otros peligros y que el fabricante del vehículo implante un aviso específico para ellos.
