Desde su lanzamiento en 2016, Hyundai ha logrado vender 11.900 Ioniq en España, uno de los modelos que popularizó las motorizaciones electrificadas de la marca coreana y abrió paso para las variantes que habrían de llegar después, como las del SUV compacto Kona. Gracias a su apuesta por las nuevas propulsiones, se trata del único fabricante que tiene cinco tecnologías disponibles, desde mild-hybrid hasta hidrógeno, pasando por híbridos, enchufables y combustión.
Para 2019 han decidido actualizar y mejorar las prestaciones del sedán compacto fabricado en Corea. La plataforma sigue siendo la misma, pero las mejoras en baterías le han permitido pasar de los 28 kWh a los 38,3, una mejora del 36% que dota a la versión cero emisiones de una autonomía de 311 kilómetros en el ciclo de pruebas WLTP. El motor ha aumentado también su potencia, de los 88 a los 100 kW, que se traducen en 136 CV y 295 Nm de par.
La arquitectura de carga es más robusta para soportar mayores tensiones y llega al tope de 7,2 kW para un conector de corriente alterna —que rellena la batería en seis horas y cinco minutos—, o si se emplea uno de carga rápida, con la instalación gratuita por parte de Hyundai al comprar cualquier eléctrico, se puede alcanzar un 80% de almacenamiento en 54 minutos.
Estas mejoras han llegado también a las versiones híbridas del Ioniq. Ambos usan el motor tetracilíndrico Kappa 1.6 de 105 CV, pero la versión enchufable equipa una batería de 8,9 kWh (que le permite recorrer 52 km en modo eléctrico), mientras que el híbrido usa una más pequeña de 1,56 kWh.
Los otros cambios en la gama Ioniq no son radicales, pero sumados entre sí consiguen un efecto notable. En el exterior, reciben nuevas parrillas (activa en el caso del eléctrico), nuevos faros delanteros y traseros, con luces diurnas led y llantas exclusivas para cada variante. En el interior, la evolución es mucho más apreciable. El diseño nuevo del salpicadero tiene líneas que acentúan su horizontalidad, ahora cuenta con luz de ambiente interior, una pantalla táctil de 10,25 pulgadas y la conectividad de la última versión del sistema multimedia de la marca: Bluelink.
Con ella, el conductor podrá consultar el estado de su vehículo, como la presión de los neumáticos, la carga de la batería; el desbloqueo de las puertas, controlar la climatización o programar una ruta en el navegador antes de iniciar la marcha. Además, por primera vez en la gama del fabricante, los vehículos están equipados con la llamada de emergencia eCall.
Además, cuenta con todos los sistemas de seguridad que se esperan de un coche moderno, como control de crucero adaptativo, sistema de frenada de emergencia, cámara trasera (activable incluso en marcha), mantenimiento de carril o aviso de punto ciego. Los pasajeros delanteros podrán optar por algunas características de confort como los asientos climatizados.
Las versiones eléctrica y enchufable cuentan con un ingenioso sistema de frenada regenerativa de cuatro niveles de intromisión, que permite, incluso, la conducción únicamente con el pedal del acelerador (y la mano izquierda controlando el grado de frenada a través de la leva en el volante). El propio Ioniq, gracias a sus radares y sensores en las ruedas puede detectar el tráfico precedente, así como la pendiente, y ajustar el nivel regenerativo para adaptarse a las condiciones de la ruta.
La versión más asequible de la gama es la híbrida —y la más popular, un 89,9% de los 11.900 fueron HEV— y tiene unos precios que van desde los 27.045 hasta los 32.495 euros, según el acabado que se elija (Klass, Tecno o Style). El enchufable va de los 33.425 hasta los 38.575 y el eléctrico, cerrando por arriba el abanico, parte de los 38.575 y finaliza en 43.775 euros. A estos precios se les puede descontar hasta 4.200 euros usando los incentivos de la marca.
Además, el fabricante acaba de estrenar un renting a particulares, Hyundai Personal, que permite hacerse con la versión híbrida por una cuota de 337 euros mensuales durante cuatro años, con un límite anual de 10.000 km.
