Nissan ha anunciado que recortará su plantilla en 12.500 puestos de trabajo hasta 2023, después de revelar una caída en su resultado operativo del 98,5% durante el primer trimestre de su ejercicio.
La compañía “va a reducir su capacidad global de producción en un 10% para el fin del año fiscal 2022”, con el objetivo de mejorar su competitividad y enfocarse en los modelos clave a nivel mundial y los que resultan estratégicos en cada una de las regiones, afirmó la japonesa en un comunicado.
El recorte de personal, según ha anunciado el CEO de la empresa, Hiroto Saikawa, en una conferencia de prensa, se efectuará en dos fases.
La primera de ellas, que también contempla acciones corporativas que ya han sido puestas en marcha durante los pasados meses, se extenderá hasta marzo de 2020, y en ella se despedirá a unos 6.400 trabajadores.
La segunda comprenderá desde abril de 2020 hasta el 31 de marzo de 2023 —fecha en la cual cierra su ejercicio fiscal 2022—, y en ella quedarán eliminados 6.100 puestos laborales.
De acuerdo con el medio Automotive News, los países que quedarán más afectados por la fase inicial serán India (donde se suprimirán 1.710 puestos de trabajo), Estados Unidos (1.420) y México (1.000). En la lista de localizaciones perjudicadas también están Reino Unido, Indonesia, Japón y España.
Aunque no ha trascendido oficialmente cómo el recorte puede tocar a España —el periódico especializado en el sector lo cifra en 470, con la supresión de una línea—, el 9 de mayo, sindicatos y dirección de la fábrica de Nissan Barcelona alcanzaron un acuerdo para recortar, mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, 600 empleos en la factoría catalana. Además, hay que sumar los 80 puestos que se van a eliminar en Los Corrales de Buelna (Cantabria), con medidas similares a las de la planta barcelonesa.
Sin embargo, Saikawa no precisó dónde se efectuarán los recortes de la segunda fase; únicamente señaló que serán seis las localizaciones perjudicadas.
Resultados en negativo
En el primer trimestre de Nissan, no ha habido apartado en el que las cifras se hayan escapado de las caídas. Los datos “son mucho peores de lo que esperábamos”, ha reconocido el CEO.
El resultado operativo se ha desplomado hasta los 13,29 millones de euros, frente a los 906 millones del mismo periodo en 2018, mientras que el beneficio neto se ha situado en los 53,15 millones de euros (-94,5%).
De la misma forma, también ha retrocedido el margen operativo, que ha pasado del 4% al 0,1%, y los ingresos (-12,7%), de 19.605 millones de euros.
Por otra parte, Nissan consiguió vender 1,23 millones de unidades a nivel mundial (-6%).
El pasado mayo, la compañía publicó sus resultados anuales, las peores en diez años. Entonces, Saikawa atribuyó las malas cifras al “legado” del exlíder de la empresa, Carlos Ghosn, detenido en noviembre en Japón por un caso de presunto desvío de fondos corporativos.
