100 años dan para mucho. Y si no, que se lo pregunten a Citroën. La marca, que probablemente tiene en su haber el mayor número de clásicos icónicos en toda la historia del automovilismo, ha decidido sacar músculo y demostrarle al mundo que los dos chevrones son algo más que una insignia, son un sentimiento. Y, para que no quedase ninguna duda de ello, ha echado el resto en la celebración de su centenario, con un evento multitudinario en la localidad gala de La Ferté-Vidame, mítica donde las haya, pues allí se han presentado nuevos modelos desde las primeras producciones de la entidad en 1919.
Aunque bien es cierto que no toda la gloria podemos otorgársela a Citroën, pues la iniciativa nace de las asociaciones de aficionados, que se propusieron crear un ambiente especial para una fecha tan señalada. En concreto, fueron quienes pusieron encima de la mesa la idea, además de comenzar a llevarla a cabo, si bien los directivos se han volcado para ayudar y poner a su disposición todo lo necesario, con el objetivo de hacer del fin de semana del 19, 20 y 21 de julio una auténtica fiesta del motor.
Los más de 4.000 vehículos, 11.000 coleccionistas y 50.000 asistentes han dado buena fe de ello, y la propia Linda Jackson, CEO de la firma, ponía en valor estos datos afirmando que “este evento es una maravillosa expresión de nuestra cultura popular, de una marca que inspira a generaciones; y es que, cuando uno ama a los automóviles, uno ama a Citroën”.
Además, la alta directiva de la compañía gala comentaba también que, aunque la celebración era retrospectiva hacia sus 10 décadas de vida, no perdían de vista el futuro: “Más que nunca hoy, este espíritu centenario es el que nos alienta para desarrollar modelos de diseño único. Por ello, nuestros prototipos son la muestra de la constante voluntad de mirar al mañana”, afirmaba.
Y es que, si bien la gran mayoría de automóviles expuestos eran algunos de los más representativos de la historia de Citroën, como el 2CV, el DS ‘Tiburón’ o el Xsara WRC con el que Sebastien Loeb ganó el primer Rallye de Montecarlo —de siete— en 2003, también hubo sitio para las tecnologías más futuristas, como sus dos últimos prototipos, el AmiOne y el 1919.
Millones de coches vendidos a lo largo de 100 años no son cosa de poco, más aún si tenemos en cuenta que, desde principios de los años 20, el devenir de la automoción europea no se entiende sin la marca de los dos chevrones. Los centenares y centenares de vehículos, junto con las decenas de miles de apasionados para celebrar por todo lo alto “el evento del siglo” no solo han rebasado todas las expectativas, sino que han hecho de esta conmemoración centenaria una cita inolvidable.
