El máximo responsable del consorcio explicó que la adjudicación acabará llegando, toda vez que el fabricante se ha marcado un objetivo ambicioso de que la cuota de vehículos cero emisiones se sitúe, como mínimo, en un 40% en 2030. En este sentido, será necesario ampliar el número de fábricas que ensamblan este tipo de modelos en Europa, que para 2022 será de 13. Dicho hito llegará cuando las economías de escala sean mayores y ya no sea necesario por cuestiones de rentabilidad concentrar los automóviles en un grupo reducido de plantas, como se ha estipulado hasta la fecha.
El turno de España llegará, posiblemente, con la segunda oleada de lanzamientos que todavía está pendiente de anunciarse. La primera contará con la llegada, entre otros, del Seat el-Born, el VW ID o el Skoda Vision E. En el caso del vehículo de la marca española, se ensamblará a partir del año que viene en la factoría de Zwickau, en Alemania.
Antes de su lanzamiento, la firma de Martorell ofertará una variante eléctrica del Mii, que se montará, al igual que la térmica, en Bratislava (Eslovaquia). Con el inicio de la fabricación de este utilitario en agosto, las previsiones de Seat son de comercializar más de 1.400 unidades durante este ejercicio, según informan fuentes del sector a La Tribuna de Automoción.
De acuerdo con el presidente de la marca, Luca de Meo, este modelo no será de grandes volúmenes y su lanzamiento se debe, fundamentalmente, a la necesidad de “aprender” a trabajar con esta tecnología. Sin embargo, su presencia también respondería a la apuesta por reducir las emisiones medias de las matriculaciones, con el fin de evitar multas en 2020 y 2021 por parte de la UE.
Ante la pregunta de la posible producción de eléctricos en España, Herbert Diess comentó que la introducción de esta clase de movilidad responde a una estrategia de “arriba a abajo”, es decir, primero se inicia con las marcas premium, como Audi o Porsche, para después continuar con el resto. Aparte de ello, resaltó la dificultad actual, por cuestiones de coste, de electrificar los modelos pequeños, en los que está especializado nuestro país —con la plataforma MQB A0—. Como ejemplo, trajo el Polo, que sale de la línea de montaje de Landaben.
En el caso de Seat, puntualizó que su “primera” incursión será en China, con la joint venture con el fabricante local JAC y VW, en la que está colaborando desde junio de 2017 cuando se constituyó. La marca de Martorell firmó su entrada en el accionariado en julio de 2018, dando un paso adelante en este proyecto, que supondrá su regreso al gigante asiático en 2021 vendiendo eléctricos.
Sin multas
Por otra parte, en relación a la posibilidad de que el Grupo VW tenga que asumir multas en 2020 y 2021 por incumplimiento del objetivo de 95 gramos de emisiones medias, Diess contestó que “seremos capaces de evitarlas”, aunque indicó que todavía queda mucho recorrido por hacer, puesto que el año pasado la compañía finalizó con un registro medio de 123 g de CO2 por kilómetro recorrido.
Un número que se ha visto afectado por la bajada de la cuota del diésel —señaló que en 2019 podría quedarse en el 45%— y por las mayores compras de vehículos de grandes dimensiones, especialmente SUV, que emiten más dióxido de carbono.
Ignacio Anasagasti / Madrid
El presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, ha confirmado que España está dentro de la estrategia de electrificación a largo plazo del consorcio, al señalar que “algún día se producirá un coche eléctrico” en las instalaciones de Seat en Martorell (Barcelona) o de VW en Landaben (Navarra). No obstante, apuntó que “todavía no hay una decisión tomada al respecto”.
El máximo responsable del consorcio explicó que la adjudicación acabará llegando, toda vez que el fabricante se ha marcado un objetivo ambicioso de que la cuota de vehículos cero emisiones se sitúe, como mínimo, en un 40% en 2030. En este sentido, será necesario ampliar el número de fábricas que ensamblan este tipo de modelos en Europa, que para 2022 será de 13. Dicho hito, llegará cuando las economías de escala sean mayores y ya no sea necesario por cuestiones de rentabilidad concentrar los automóviles en un grupo reducido de plantas, como se ha estipulado hasta la fecha.
El turno de España llegará, posiblemente, con la segunda oleada de lanzamientos que todavía está pendiente de anunciarse. La primera contará con la llegada, entre otros, del Seat el-Born, el VW ID o el Skoda Vision E. En el caso del vehículo de la marca española, se ensamblará a partir del año que viene en la factoría de Zwickau, en Alemania.
Antes de su lanzamiento, la firma de Martorell ofertará una variante eléctrica del Mii, que se montará, al igual que la térmica, en Bratislava (Eslovaquia). Con el inicio de la fabricación de este utilitario en agosto, las previsiones de Seat son de comercializar más de 1.400 unidades durante este ejercicio, según informan fuentes del sector a La Tribuna de Automoción.
De acuerdo con el presidente de la marca, Luca de Meo, este modelo no será de grandes volúmenes y su lanzamiento se debe, fundamentalmente, a la necesidad de “aprender” a trabajar con esta tecnología. Sin embargo, su presencia también respondería a la apuesta por reducir las emisiones medias de las matriculaciones, con el fin de evitar multas en 2020 y 2021 por parte de la UE.
Ante la pregunta de la posible producción de eléctricos en España, Herbert Diess comentó que la introducción de esta clase de movilidad responde a una estrategia de “arriba a abajo”, es decir, primero se inicia con las marcas premium, como Audi o Porsche, para después continuar con el resto. Aparte de ello, resaltó la dificultad actual, por cuestiones de coste, de electrificar los modelos pequeños, en los que está especializado nuestro país –plataforma MQB A0-. Como ejemplo, trajo el Polo, que sale de la línea de montaje de Landaben.
En el caso de Seat, puntualizó que su “primera” incursión será en China, con la joint venture con el fabricante local JAC y VW, en la que está colaborando desde junio de 2017 cuando se constituyó. La marca de Martorell firmó su entrada en el accionariado en julio de 2018, dando un paso adelante en este proyecto, que supondrá su regreso al gigante asiático en 2021 vendiendo eléctricos.
Sin multas
Por otra parte, en relación a la posibilidad de que el Grupo VW tenga que asumir multas en 2020 y 2021 por incumplimiento del objetivo de 95 gramos de emisiones medias, Diess, contestó que “seremos capaces de evitarlas”, aunque indicó que todavía queda mucho recorrido por hacer, puesto que el año pasado la compañía finalizó con un registro medio de 123 g de CO2 por kilómetro recorrido.
Un número que se ha visto afectado por la bajada de la cuota del diésel –señaló que en 2019 podría quedarse en el 45%- y por las mayores compras de vehículos de grandes dimensiones, especialmente SUV, que emiten más dióxido de carbono.
