Pablo M. Ballesteros / Javier Menéndez / Ávila
El responsable de la Alianza Renault-Nissan en España y director de Fabricación y Logística del Grupo Renault, José Vicente de los Mozos, ha señalado que para acometer el proyecto de fabricar recambios de chapa con los que se garantizará la continuidad de los 471 empleados en Nissan Ávila, una vez se dejen de producir camiones, hace falta ilusión, por lo que si hay trabajadores a los que no les interesa continuar les ha dejado la puerta abierta a su marcha.
Entre las condiciones que habría puesto la empresa sobre la mesa para las salidas voluntarias se encuentra una indemnización de 50 días por año trabajado. A la vez que ha ofrecido el traslado a las fábricas de Renault en Castilla y León para aquéllos que así lo soliciten.
Precisamente, la adecuación del convenio de los trabajadores de Nissan al de Renault, que es la condición que ha puesto De los Mozos para realizar el proyecto en Ávila, va a ser el gran escollo de las negociaciones, en parte, por las diferencias entre ambos acuerdos marcos, pero también por la complejidad de los mismos.
De los Mozos ha subrayado que es imprescindible adaptar el convenio de los trabajadores de Nissan Ávila al de Renault puesto que un 70% de la actividad que asumiría el centro abulense sería producir piezas de la marca francesa, por lo que pidió “un marco laboral único para las fábricas de Castilla y León”.
80.000 piezas al mes
El vicepresidente de Operaciones Industriales de Nissan Iberia, Alan Johnson, ha cifrado en 80.000 piezas mensuales la actividad que supondrá para la planta la llegada de los recambios de chapa.
Además, es una actividad estable ya que la ley obliga a las empresas a seguir fabricando recambios de los modelos al menos durante 10 años, una vez que se ha descatalogado el vehículo. También se ha planteado la posibilidad de integrar un sistema de inyección de parachoques para piezas del futuro.
Según ha podido saber La Tribuna de Automoción, el cierre de la fábrica era inminente y, de hecho, se había fijado la última semana de marzo para comunicar la fecha del fin de la producción, por lo que la fabricación de piezas de recambio de chapa, que comenzaría a principios de 2020, que se ha anunciado hoy, supone un salvavidas para la planta.
No obstante, el Comité de Empresa, en una rueda de prensa, ha mostrado su decepción por perder la producción de camiones, después de 60 años, y ha pedido tiempo para estudiar lo que supondría adaptar el convenio al de Renault.
Según los representantes de los trabajadores, ajustarse a la marca del rombo de inicio supondría una reducción del salario de entre un 15% y un 20%, pero el hecho de que se forme a los trabajadores como matriceros, que serán necesarios para la nueva actividad, supone mejorar el grado de muchos de ellos. Por ejemplo, un oficial de tercera pasaría a estar valorado como uno de primera lo que también implica un incremento salarial.
Además, De los Mozos ha aclarado que, para los operarios que vean afectado su salario a la baja, ha previsto un bono para compensar la diferencia de sueldo durante los dos primeros años y medio.
