Carlos Olmo / Madrid
Bridgestone presentó hoy al Comité Intercentros de sus fábricas en España las condiciones del descuelgue salarial, que pasan por una reducción del sueldo del 5% y de un 10% de los pluses, la congelación de la antigüedad y la eliminación de la aportación de la compañía al fondo de pensiones, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes sindicales. Estas medidas afectarían a más de 3.000 trabajadores de las plantas de Puente de San Miguel (Cantabria), Burgos, Basauri y Usánsolo (Vizcaya), y estarían vigentes hasta la firma del nuevo convenio colectivo, negociación que está enquistada desde hace meses.
La empresa argumenta que con este descuelgue salarial conseguiría cuadrar su cuenta de resultados en nuestro país, que se ha visto afectada por una bajada de ventas en los dos últimos trimestres. Bridgestone calcula que conseguiría un ahorro de más de 11 millones de euros.
Los trabajadores no comparten la decisión tomada y ven un posible «chantaje» ante la situación en la que se encuentra la negociación del convenio.
Según ha podido saber esta publicación, tras la comunicación de las nuevas condiciones laborales, se ha abierto un periodo de consultas que durará quince días y en el que los sindicatos estudiarán toda la documentación aportada por la empresa.
En caso de que no sea aceptado el descuelgue salarial, éste irá a la Comisión Nacional de Convenios Colectivos, que en siete días tomará una decisión para su aplicación final a los trabajadores de las cuatro plantas de Bridgestone en España. Es por esto por lo que hasta mediados de agosto no se aplicaría esta reducción salarial a los empleados.
Peor que con la propuesta de convenio colectivo
Según datos facilitados a este medio, con las nuevas condiciones, los trabajadores sufrirán una reducción de 1.000 euros en su remuneración anual, mientras que en la propuesta de convenio colectivo realizada por la compañía, la bajada de sueldo rondaba los 900 euros.
Desde los sindicatos hay disparidad de valoraciones. Hay quien ve en este descuelgue un «chantaje para que aceptemos el convenio colectivo. Esto es un adelanto de la tragedia porque nos hace pensar en lo peor». Y hay quien entiende que el modo en cómo se han llevado las negociaciones por el convenio colectivo ha provocado esta situación. Sin embargo, en lo que coinciden todos es en la no aceptación del descuelgue salarial.
Esta semana, habrá dos nuevas reuniones, miércoles y viernes, donde el comité de expertos consultado por la compañía explicará a los sindicatos la procedencia de los números y los porcentajes que pretende aplicar a los sueldos de los más de 3.000 trabajadores.
